Hacía ya un tiempo que tenía ganas de ir a Portugal, estaba indecisa entre Lisboa y Oporto, pero al ser noviembre decidimos ir más al sur.
Me enamoré de las calles de Lisboa, de sus colores y los contrastes.
Tranvía
El tranvía es un icono de esta ciudad, e imprescindible para subir sus cuestas.
Miradores
Gracias a los desniveles de que tiene, encuentras fácilmente un mirador con vistas al mar.
Visita obligada a la Torre de Belém. Desde la plaza del Comercio hay una hora y media caminando o bien puedes ir en tranvía que se tarda media hora.
Me gustó mucho dónde está ubicada la Torre. Te puedes sentar a ver el mar o bien relajarte en el parque. El día que fuimos habían unos chicos tocando y animaron a toda la plaza.
Me gustó mucho dónde está ubicada la Torre. Te puedes sentar a ver el mar o bien relajarte en el parque. El día que fuimos habían unos chicos tocando y animaron a toda la plaza.
Street art
Como ya sabéis me gusta mucho el street art y me comentaron que en Lisboa había por todos lados.
Pues a mi me costó mucho encontrar graffitis que realmente me gustaran, lo que más vi fue "graffitis guarros", que es como yo les llamo a los garabatos.
Pues a mi me costó mucho encontrar graffitis que realmente me gustaran, lo que más vi fue "graffitis guarros", que es como yo les llamo a los garabatos.
- 🍽 Recomendación -
Para comer os recomiendo el restaurante Crisfama.
Es un restaurante muy pequeñito en el tenéis que reservar o ir muy pronto.
Nosotros fuimos a las 12h, las cuatro mesas estaban reservadas pero nos dejaron pasar.
Está regentado por un matrimonio mayor y es como si fueses a comer a su casa.
Comida casera, muy rica y de buena calidad, estaba todo muy bueno.
Este pedazo de lenguado de la foto, nos costó menos de 20€,
que es lo que te cuesta aquí uno más bien pequeño.
Para nuestra sorpresa, le quisimos dejar propina y no nos la aceptó.
- Curiosidad -
Este dulce típico portugués solo se llama pastéis de Belém en la propia ciudad,
Que esto no os confunda, no están rellenos de nata, sino de crema.
¿Habéis estado en Lisboa?
¿Qué os ha parecido?
¡Nos leemos en el próximo post!
Marta